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Arquitectos: Leonardo Valdivieso, atelier industrial
- Área: 600 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Javier Agustin Rojas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La residencia se sitúa frente al Parque Hipólito Yrigoyen, el más extenso y principal de la ciudad de San Rafael. Su composición se da mediante la articulación de dos volúmenes; el primero, de mayor prominencia, adopta una estructura en forma de cuadrícula de 6 x 6 metros, albergando todas las funciones esenciales de una vivienda.
Por su parte, el segundo volumen presenta un quincho retomando la grilla de la casa, creando espacios flexibles para cumplir su rol con actividades más sociales, sin negar alguna posibilidad de cambio de uso en un futuro. Este se adosa al límite del terreno en la calle Álvarez Condarco, ocupando toda su fachada. No solo integra el espacio del quincho con su parrilla, sino que también culmina hacia el parque, dando forma a la entrada principal de la casa. Acompañado por patios y una pérgola metálica, creando áreas de estacionamiento para la comodidad diaria o de los visitantes.
La estructura de ambos volúmenes se realiza en metal, aprovechando sus características inherentes al sistema constructivo. El módulo y la repetición son elementos clave bajo este sistema constructivo. Las losas, ubicadas en las alas inferiores de los perfiles metálicos, son losetas de hormigón prefabricado de 1.20 x 6 metros. Los cerramientos desempeñan un papel crucial al proporcionar privacidad a la casa.
El cerramiento exterior, que delimita lo privado de lo público, se compone de piedra para establecer un diálogo natural con el entorno y crear un contraste entre lo natural y lo construido. Por otro lado, los cerramientos de la residencia están hechos de ladrillos extraídos localmente, a una distancia de aproximadamente 20 kilómetros. Esta elección de materiales no solo responde a las condiciones climáticas, sino que también rinde homenaje a la tradición constructiva regional.
La planta cuadrada, basada en un módulo repetitivo, organiza los espacios alrededor de un vacío central, cuyo punto focal es la presencia de un árbol. Los cerramientos de ladrillo en el primer piso actúan como filtros mediante celosías, fomentando un vínculo fluido entre el interior y el exterior. Esta disposición fomenta una conexión constante con el entorno exterior, aprovechando la riqueza de las copas de los árboles circundantes.
La distribución funcional se manifiesta en la planta baja, destinada a los espacios públicos y semipúblicos, mientras que los dormitorios ocupan la planta alta, garantizando la privacidad necesaria. Esta propuesta arquitectónica aspira no solo a contribuir estéticamente al tejido urbano, sino también a proporcionar el resguardo necesario para la vida cotidiana.